El calor y sus constantes cambios ya están en Pamplona hace rato, y en nada decimos hola al verano.
Estamos ya en esos diás en el que entrar al supermercado y llegar a la sección de frio se hace super agradecido y placentero.
Los peques ya tienen más dia para jugar y con tanta calor nos inventamos mil y un actividades para retrasar esa salida al parque hasta que baje algo las temperaturas y eso con suerte que sólo bajen y no venga una pequeña tormenta.
Recuerdo un año posponer el cumple de mi pequeño hasta tres fines de semanas atrás, confiada en que el buen tiempo ya estaba aquí, pero nada era seguro. Al tercer cambio de fecha por fin lo celebramos y la ilusión siguió intacta pero aprendí en lo importante que era haber empezado por el lugar donde celebrarlo.
Y si encima es un sitio climatizado para no pasar tanta calor o estar pendientes en que si llueve o no, o es más, el aire que se levanta en nuestra querida Navarra.
Como bien decimos de todo se aprende, y fué entonces donde experimente una sala para eventos en la que fijo la fecha y me olvido de estar pendiente del tiempo calor, frío, aire, tormenta, lluvia.. es una gran tranquilidad.